El universo literario de Twin Peaks
PRESENTADO POR MUBI
Cuando David Lynch y Mark Frost estrenaron Twin Peaks el 8 de abril de 1990, ninguno imaginó que el misterio sobre “¿quién mató a Laura Palmer?” iba a marcar un antes y un después en la historia de la televisión.
A pesar de que la serie— mezcla de telenovela, cine noir y pesadilla surrealista— no pasó de la segunda temporada al aire, su impacto cultural fue tan inmediato que pasó al panteón de las series de culto, grabada en la memoria colectiva por su estética noventera, oscura y onírica. Después de ser cancelada en 1991, la ficción resucitó en 2017 con una temporada que avivó todavía más su leyenda.
Para conmemorar el 35º aniversario de su estreno, Twin Peaks (1989) y Twin Peaks: a limited event series (2017), podrán verse íntegras a partir del 13 de junio en la plataforma MUBI.
Uno de los encantos de la serie, además del universo onírico y misterioso de David Lynch, es la inspiración literaria que la recorre. Diarios de vida que funcionan como dispositivos de intriga, episodios armados como capítulos de novela, diálogos salpicados de citas de Shakespeare o Yeats y una serie de símbolos ocultos que remiten tanto al gótico estadounidense como al realismo mágico. No es casual que, detrás (o al lado) de la pantalla, exista toda una bibliografía que ilumine y prolongue el universo de Twin Peaks. En Libra, seleccionamos cinco títulos que destacan por la forma en que dialogan con la serie; de la crónica policial al diario íntimo, de la novela gótica al laberinto tipográfico y la guía de creatividad meditativa.
1. Murder at Teal’s Pond
de Mark T. Givens y David Bushman
Se trata de la investigación de David Bushman y Mark T. Givens sobre el crimen real de Hazel Drew, una joven hallada muerta en 1908 cuyos secretos y elucubraciones de pueblo fascinaron a Mark Frost, cocreador de la serie. El caso, nunca resuelto, parece un borrador de Laura Palmer: una joven hermosa y popular, una comunidad pequeña, y una verdad oscura. El libro reconstruye el expediente con rigor de true crime y deja claro cuánto de la serie nació allí.
2 . El diario secreto de Laura Palmer de Jennifer Lynch
Escrito como un auténtico cuaderno adolescente, amplía la voz de la víctima y la convierte en narradora de su propio espiral de abusos, deseos y encuentros con lo sobrenatural. Lo interesante es que fue escrita por la propia hija de Lynch, bajo encargo de su padre. Varias páginas del diario aparecen físicamente en la serie, borrando la frontera entre objeto literario y televisivo.
3 . Siempre hemos vivido en el castillo de Shirley Jackson
Para volver a sumergirse en el costumbrismo y horror latente que impregna Twin Peaks, nada mejor que leer la historia de dos hermanas recluidas, una familia muerta por envenenamiento, un pueblo que observa con desconfianza y una narradora poco fiable. Inquietante y poderosa, esta novela trata el tema de la soledad y el aislamiento en un entorno opresivo y rural; guarda mucho de la tensión entre lo doméstico y lo siniestro que Lynch despliega en la serie.
4. La casa de hojas de Mark Z. Danielewski
Pasillos que se expanden contra la lógica, tipografías que giran como corredores imposibles y capas de narración que obligan al lector a investigar al margen del texto la convierten en una novela ergódica, es decir, una narración no secuencial donde el texto se bifurca y permite opciones al lector. Es la compañera perfecta para “la habitación roja”, o la geometría imposible de “las Logias”, esas puertas de acceso que nos da la serie al universo lyncheano, donde el tiempo se pliega sobre sí mismo.
5. Atrapa el pez dorado. Meditación, conciencia y creatividad de David Lynch
Por último, el propio Lynch cierra el círculo; en este breve ensayo, el cineasta explica cómo la meditación trascendental le permite “pescar” ideas en lo más profundo; una clave esencial para comprender la dimensión onírica, los diálogos invertidos y la lógica de sueños que definen la serie. Leerlo es asomarse directamente a la red neuronal que alimenta las cascadas de imágenes y sonidos de Twin Peaks.