Leer diarios en papel, una costumbre perdida
La última vez que compré un diario fue hace un par de años en Uruguay. Me refiero a un diario de papel; a decenas de tabloides color negro y gris.
Sobre dejar libros a medias
Cuando era chico me daba vergüenza elegir libros largos para leer y después no querer seguir, así que, cada ciertos días, les iba doblando una hojita diez o quince páginas más adelante, hasta llegar al final. Así, nadie que lo tomara dudaría de mi voraz lectura. ¿A alguien le importaba? Dudo. ¿Retomé alguna vez alguno de esos libros? Algunos, pero muy pocos.
Mi personaje de papel: Paola Molina
Personaje: Protagonista sin nombre de Mi año de descanso y relajación.
Este personaje no tiene nombre, eso es lo que más me gusta. Su creadora es Ottessa Moshfegh, en ese momento no la conocía. Encontré este libro en una librería como novedad cuando estaba comenzando la pandemia, es de Editorial Alfaguara.
Microlecturas (o cómo andar en micro me enseñó a leer)
Los libros más importantes de mi vida los leí arriba de una micro. De varias, para ser preciso, aunque para mí, en ese entonces, a mediados de los 2000, todas las micros de Santiago eran una sola, la micro, un infernal y amarillo paquidermo de acero, monstruo manejado por otro monstruo, al cual debía subirme a diario, primero para regresar del colegio, después para ir y volver de la universidad.
Un nuevo año, un nuevo desafío de lecturas
Desde que tengo Goodreads paso gran parte de mis 31 de diciembre leyendo. A veces me falta un libro, a veces diez. Nunca quiero perder contra un objetivo que yo misma me impuse. Y nunca he perdido. Porque soy demasiado obsesiva, porque me encanta ganar, porque se puede hacer trampa y he aprendido a hacerlo. Hay mucho que se puede decir sobre Goodreads y su reading challenge, pero yo quiero empezar diciendo que me encanta, que me ha hecho mejor lectora y que a pesar de todos sus vicios, no lo quiero dejar de hacer.
El placer de comprar un nuevo libro
Tengo cuarenta libros pendientes en mi librero y una lista de diecisiete títulos que quiero comprar. Ambos números aumentan cada semana. En un principio me tranquilizaba saber que una vez que terminara la historia que estaba en mis manos, había otro par esperando su turno. El tema es que no sé cómo ese par se transformaron en cuarenta. ¿Cómo es que llegué a esa situación?