Soy (también) las madres que leo
Madre. Madre. Madre. Hace seis meses lo soy. ¿O fue antes? ¿Cuando quedé embarazada? Miro mi velador. Los libros están ahí, desparramados, uno arriba del otro. Son los de ahora, los de estas semanas. Los viejos, los ya leídos, se fueron a la biblioteca que tenemos en el primer piso. Es extraño. O quizás no, pero voy a confesar una verdad, una mía: nunca me interesaron los libros sobre maternidad o las novelas que hablaban sobre eso.
Ya no intento entenderlo todo: Niñas pirómanas de Dana Lima
En uno de los ocho cuentos de Niñas pirómanas (Imaginistas, 2024) se falsea una voz para contar una historia incompleta. Al tomar un lugar que no es el propio para decir, la personaje de ese relato (en la función de autora) especula con la ficción, que lejos de encerrarse en los recovecos de la identidad, busca armar u organizar una narrativa y, con ella, la existencia de ese tío, hermano de su papá, que la interpela en pleno luto. ¿Qué se llora, a quién se llora?
La delicada intimidad de leer en voz alta para otro
Durante el verano me junté con un par de amigos a leernos nuestros respectivos proyectos literarios. Yo, que me formé en talleres, hace años no asistía a estas instancias donde se comparte el texto, y su idea se pone a prueba.
Cómo se ordena un velador
No sé de dónde habrá venido la costumbre de leer antes de dormir, pero se supone que terminado el día una debiera acostarse con la antelación y energía suficientes para avanzar algunas páginas antes de efectivamente dormir.
El imaginario de Jesus Diamantino
Jesús Diamantino Valdés (Santiago, 1984) es docente universitario y crítico literario. Ha sido reconocido como uno de los teóricos y estudiosos del horror más importantes en Chile. Es autor del ensayo Geografía del Miedo de editorial Cuarto Propio y de las novelas Los que susurran bajo la tierra (2021) de editorial Zig-Zag, Rural (2024) y Demoníaco (2025), ambas del sello Minotauro, Planeta.
Leer un libro de la biblioteca pública o quitarle espacio al privilegio
Saco libros de la biblioteca cada cierto tiempo. Soy usuaria de la Biblioteca de Santiago desde hace doce años. He sacado libros leídos por varias personas antes que yo y, algunos, en que he sido la primera que se los lleva. El último que saqué fue Bajar es lo peor de Mariana Enríquez.