Por qué elijo la noche para leer
Leer es la actividad con la que culmino la mayoría de mis días. Tengo en el dormitorio una repisa con los libros que quiero leer en el corto plazo, un criterio solicitado por mi pareja, luego de que la repisa colapsara por el exceso de títulos. Veo la veintena de publicaciones ordenadas; la mayoría acompañarán mi latencia, y los desvelos ya controlados, pero que a veces se activan por un maullido de mi gata engrifada, o un grito que llega a mis oídos desde la calle, no logro ver ni reconocer desde dónde.
¿Debe el Estado apoyar a los escritores?
Este año he regresado a la inestabilidad laboral, teniendo que escribir y reescribir mi currículum para postular a distintos trabajos. Redactar tu trayectoria es todo un viaje existencial.
Lectura electrónica: lo que gané y lo que perdí cuando adquirí una Kindle
Crecí en una casa de personas lectoras pero de pocos libros. Supongo que siempre tuve la noción de que eran caros, y de que no había espacio para ellos. Para poder estar cerca de los libros, me inscribí a los 6 años en la biblioteca del colegio, a los 13 en Bibliometro. A los 19 en la Biblioteca de Santiago, y a los 20 en la Biblioteca Nacional. El acceso al mundo de la lectura ya estaba logrado, pero quería tenerlos, una casa del futuro de paredes cubiertas de libros, una selección a partir de la cual se pudiera interpretar mi identidad.
La delicada intimidad de leer en voz alta para otro
Durante el verano me junté con un par de amigos a leernos nuestros respectivos proyectos literarios. Yo, que me formé en talleres, hace años no asistía a estas instancias donde se comparte el texto, y su idea se pone a prueba.
El martirio de las lecturas obligatorias: ¿es necesario leer un libro completo?
La continuidad de la lectura de libros está en crisis. Hace algunas semanas, El País México reportaba que estudiantes secundarios se oponen a leer un libro completo, llegando a considerar la lectura obligatoria un tipo de imposición tan innecesaria como autoritaria, por existir otras formas de aprender.
Hábitos lectores: En Chile, al 82% le gustaría leer más
Como lectora, leer libros físicos se me presenta como un movimiento muy natural, integrado a la vida como la biblioteca personal y la librería favorita. Sin embargo, quienes leemos regularmente más de 4 libros al año somos una minoría.